Los hermanos Delfín Reynaldo Castedo y Raúl Amadeo “Hula” Castedo serán juzgados desde este martes 19, a las 17.30, acusados por el homicidio de Liliana Ledesma ocurrido en la localidad de Salvador Mazza en 2006. Se extenderá hasta el jueves 21.
Los hermanos Castedo están imputados por los delitos de homicidio calificado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas y encubrimiento. El Tribunal estará integrado por los jueces de la Sala I del Tribunal de Juicio de Orán, Edgardo Laurenci (presidente), Raúl Fernando López y Claudio Alejandro Parisi (vocales). En total se escuchará la declaración de 18 testigos.
En representación del Ministerio Público Fiscal intervendrá la Fiscal Penal del GAP Claudia Carreras. La querella será representada por el abogado David Leiva, y en ejercicio de la defensa de los hermanos Castedo intervendrá Horacio Daniel Morales.
En 2010 la ex Cámara en lo Criminal de San Ramón de la Nueva Orán había condenado por el mismo hecho a María Gabriela Aparicio, Aníbal Tárraga, Lino Ademar Moreno y Casimiro Torres, a quienes les impusieron la pena de prisión perpetua. En tanto Patricia Guerra fue condenada a la pena de diez años de prisión Juan Moreno recibió la pena de cuatro años de prisión efectiva.
Los hermanos Castedo participarán de las audiencias por vía remota desde su lugar de detención en el Servicio Penitenciario Federal de Ezeiza, donde se encuentran alojados a disposición conjunta del Juzgado Federal de Orán y de la justicia provincial.
Un poco de historia
Un crimen que rozó en su momento la política y el narcotráfico comienza a ser juzgado hoy en Tartagal, luego de siete suspensiones. El narcofemicidio de Liliana Ledesma, expareja de un gendarme, viuda de un traficante y denunciante de un ex diputado provincial, según las distintas historias que recogió el caso, llega a su fin, al sentar en el banquillo a dos personajes que llenaron las páginas de los diarios argentinos y a quienes les endilgan innumerables delitos, la mayoría federales y en transgresión a la ley que reprime el narcotráfico.
Ledesma fue asesinada el 21 de septiembre de 2006. Recibió siete puñaladas y heridas en su boca que fueron señaladas como un mensaje mafioso de silencio. Tanto la entregadora como otros tres sujetos que participaron del narcofemicidio ya fueron condenados y se encuentran al borde la libertad total, incluso uno de ellos se fugó hace meses.
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