A poco más de un mes de haber ingresado al Senado de la Nación, la ley de Bases y el paquete fiscal desembarcarán en el recinto esta semana. Si bien se da por descontado que los mega proyectos serán aprobados en general, el oficialismo todavía no tiene abrochado algunos artículos clave para la Casa Rosada.
La convocatoria a la sesión salió a última hora del jueves pasado. Será a las 10 horas del miércoles y se espera que se extienda hasta la madrugada del jueves 13. Para hoy a las 18 está convocada la reunión de labor parlamentaria en el despacho de Victoria Villarruel.
En este contexto, funcionarios nacionales encargados de la negociación y de apuntalar el poroteo trabajan en afinar la votación en particular. Privatizaciones es uno de los más complicados y se trata de una bandera que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, no quiso ceder: la exclusión de Aerolíneas Argentinas.
Al encontrarse dentro de un paquete de empresas sujetas a privatización, las voluntades negativas en el hemiciclo por su eventual venta podría hacer caer el capítulo completo. Un grupo de representantes provinciales propusieron quitarla y votarla aparte. Sin embargo, el Gobierno no aceptó. Esta decisión podría reverse.
La intransigencia de Francos no se plasmó en otros capítulos o en la inclusión de un nuevo artículo como fue el caso de las regalías mineras. La noche del pasado miércoles 29 de mayo, el ministro se trasladó al Senado para destrabar el dictamen. Varios de esos acuerdos -plasmados en firmas en disidencia- que selló Francos esa noche aún no están claros. En el caso de las regalías mineras, el ex cavallista le concedió un incremento del 3 al 5 por ciento al senador José María Carambia (Santa Cruz), que se encargó de difundir el logro.
En los pasillos de la Cámara alta remarcan la contradicción entre lo que propone la Casa Rosada en el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI). De hecho, estos dichos coinciden con el comunicado de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM) que salió a cruzar la propuesta plasmada en el dictamen.
“La presión impositiva en Argentina es alta y altamente regresiva. Tenemos una oportunidad única para desarrollar un sector estratégico, pero aumentar las regalías, lejos de ser la solución inmediata para los desafíos económicos actuales, podría generar el efecto contrario”, dice el texto de la entidad.
Si iría el RIGI
A contramano de cómo arrancó la discusión en la Cámara alta durante las exposiciones informativas que se realizaron en las comisiones durante mayo, el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) parecería encaminarse, inclusive, encontrando consenso en el interbloque kirchnerista. Algo similar, sin los K, ocurriría con el blanqueo de capitales.
Por ejemplo, el gobernador de Catamarca, Rául Jalil, está alineado con la Rosada por el RIGI y presiona para que los senadores de su provincia acompañen.
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