
Es salteño, de la Puna nuestra y muchos dicen que es un “sherpa andino”. Comenzó su ascenso ayer a las 5 y a las 16 estuvo en la cima del Aconcagua. Pero esa no es la noticia, sucede que nuestro comprovinciano logró subir al “techo de América” en un solo día, ayudó a unos europeos a llegar a la cima y luego bajó. Amplió el desafío el hecho de que hizo su travesía en solitario.
Se trata de Nicolás Armando Condorí, un montañista oriundo de la localidad puneña de San Antonio de los Cobres, quien dialogó con El Tribuno en los preparativos para realizar una ambiciosa expedición personal al Aconcagua. El objetivo logrado fue alcanzar la cumbre de la montaña más alta de América (6.962 metros de altura) en un solo día. Este desafío no solo puso a prueba su capacidad física y mental, sino que también resaltó la fortaleza y el espíritu de superación de este joven puneño, de 39 años de edad, con una trayectoria vertiginosa de apenas tres años.
Los sherpa o sherpas son una de las etnias que habitan las regiones montañosas de Nepal, en el Himalaya. Debido a su importancia como guías el término se ha ampliado a cualquier guía del Himalaya. Es por eso que a Nico lo denominan el “sherpa andino”.
“Elegí esta semana de enero porque, según los pronósticos, habría una ventana de buen clima en el Aconcagua. La idea es salir desde el campamento base de Plaza de Mulas hasta la cumbre y volver en el día. Es mi desafío es personal, por lo tanto voy solo y sin asistencia externa, confiando en Dios y en las capacidades innatas que me dio la naturaleza. Me vine preparando para esto y me siento muy bien”, afirmó muy entusiasmado Condorí, quien además agregó que se costea los gastos de este desafío de manera particular y solo con el apoyo de algunos amigos.
Nico tiene planes de escalar montañas en Catamarca y luego aventurarse a montañas técnicas en Bolivia y Perú.
Su objetivo a largo plazo es escalar montañas de 7.000 u 8.000 metros en los Himalayas. Montañismo se ha vuelto una forma de vida para él, además de su trabajo.
“Yo venía haciendo montaña, había hecho el Quehuar en el día. Es muy complicado hacerlo en el día, es muy poco probable. Lo hicimos con dos amigos más, pero veía que yo tenía otro ritmo de subida Entonces decidí hacer un proyecto en solitario. Hice la travesía de las tres cumbres; en once horas, con nieve. Después volví al Quehuar y de ahí me fui al Llullaillaco y lo hice en el día también, sin campamento; lo subí en seis horas y bajé y me fui a mi casa. Y ahí empezó esto del montañismo en solitario”, dijo Nicolás.
Al Chañi lo hizo también en el día, sin campamento, solitario Y después realizó la travesía de las Nueve Cumbres del Cachi en tres días. Hasta el momento no hay registro de que lo hayan hecho en tres días Y tampoco había un registro de que hayan hecho seis cumbres en un día.
“Las hice para el Día de la Madre, fueron seis cumbres, en el menor tiempo registrado. Lo habían hecho en cuatro días y medio dos montañistas, uno es Gastón Vitry y Emi Abudi, que son tremendos escaladores y montañistas. Yo en solitario lo hice en tres, y ahí es cuando creí que lo del Aconcagua, en el día, era posible. Es por eso que me vine
El sherpa andino salió de Plaza de Mulas el viernes último, a las 5, que es el campamento base para la subida. De ahí pasó por los campamentos Nido de Cóndores, después Berlín y después último Plaza Cólera. Hizo cumbre a las 16 y luego volvió a Plaza de Mulas, a las 21, en el mismo día. Nicolás se comunicó con Vicente Arias, de La Unión de los Andes y le comunicó el ascenso positivo.
“Arranqué a las 5. Cuería comenzar más temprano, pero desde Canadá en adelante ya estaba todo nevado. Así que tuve que usar crampones toda la subida. Yo tenía planeado hacerlo en menos horas pero cuando llegué a Nido de Cóndores había un viento que te lleva la nieve, que te azotaba y no podía avanzar. Llegué tipo 10 a Cólera que es el último campamento a los 5.950. Allí descansé un poco y ya había gente subiendo desde ese campamento. Yo empecé a subir más rápido y cuando damos la vuelta por un campamento que se llama Independencia, que ya es todo una faldeada y nos pegó el viento un montón”, relató Nicolás.
Luego contó que se encontró con un grupo que iba en ascenso y vio que una polaca se sentía mal, con náuseas, vómitos. El sherpa salteño la ayudó a la chica, encontró a sus compañeros y la ayudó a llegar a la cumbre. Entonces no sólo que llegó a la cima en 24 horas sino que ayudó a un grupo de europeos a completar la travesía.
“Hicimos cumbre a las 4 de la tarde. Ellos tenían un ritmo muy tranquilo y cuando ella ya se recompuso yo empecé a bajar; ya estaban bien los dos estaban en la cumbre. Así que fue una vivencia más de la montaña. En sí el desafío personal mío, que tenía hacerlo bastante rápido, pero salió este grupo, y lo hicimos en el día igualmente. Fue durísimo pero muy lindo”, declaró el agotado hombre.
Sobre su historia
Condorí es nacido y criado en una región donde el contacto con la naturaleza y la montaña es parte del día a día. Ha logrado destacarse en poco tiempo en el mundo del montañismo. San Antonio de los Cobres es la capital de la Puna salteña.
Nico, Agradece al Centro de Entrenamiento de Alta Montaña Salta (CEM) por haberle permitido, hace casi tres años, poder entrar al fascinante mundo del montañismo, deporte que solo conocía de lejos. Así como contemplaba de lejos las majestuosas montañas del Acay, El Tuzgle, El Macón, El Socompa y El Llullaillaco entre otras.
“Yo soy integrante del CEM, el Centro de Entrenamiento para Montaña. Ellos me formaron y le stengo un especial agradecimiento a Muñoz Granados y Serafín Zerpa”.
Lo que primero comenzó como un hobby, fue conquistándolo durante estos años por lo cual le puso su mayor dedicación y esfuerzo. Esto lo llevó a destacarse en lo que viene haciendo, el año pasado fue distinguido como mejor montañista dentro del C.E.M y también fue nominado en esta disciplina para deportista del año 2.024 a nivel provincial.
Su capacidad innata de hombre de la Puna, le valió para destacarse en cuanto ascenso montañoso se le presentara, agregándole su aptitud al desafío de subir y bajar grandes montañas en menos de un día, su última aventura al Llullaillaco, lo animó a planificar su sueño personal al Aconcagua.
En la actualidad, Condorí reside en la Ciudad de Salta, donde posee un taller de gráfica integral, esto es también el fruto de años de dedicación y sacrificio como emprendedor en esta actividad comercial.
Fuente: El Tribuno | Salta