Los Kansas City Chiefs, de la mano de Patrick Mahomes consigueron su tercer título en cinco años y se establecieron como la nueva dinastía de la NFL.
Con la victoria por 25-22 en tiempo suplementario, merced a una última serie genialmente conducida por Mahomes, los Kansas City Chiefs se coronaron campeones del Super Bowl LVIII. Se trata del cuarto título en su historia, que se agrega a los conseguidos en 1969, 2019 y 2022. Los tres últimos, bajo el comando de Mahomes, que se convirtió en el primer quarterback en ganar tres anillos a los 28 años. El último equipo que había defendido con éxito el título de campeón habían sido los Patriots de 2003/2004, dos décadas atrás.
El touchdown de la consagración
El desenlace tuvo que extenderse hasta el tiempo suplementario tras igualar 19-19 en los 60 minutos reglamentarios. Allí, San Francisco anotó primero, pero el gol de campo que los puso al frente resultó insuficiente. Le dieron una oportunidad más a Mahomes, y no perdonó. La serie final incluyó dos corridas clave del mariscal, una en cuarto down, y otra para una ganancia de 20 yardas. Lo definió con pocos segundos en el reloj con un pase de touchdown a Mercole Hardman.
San Francisco dominó la primera mitad de manera casi absoluta. Movieron la pelota a voluntad, impusieron el juego terrestre con la elusividad de Christian McCaffrey y el quarterback Brock Purdy controló las acciones con pases cortos y precisos. Su defensa estuvo imperial.
Patrick Mahomes estuvo sometido por la presión que ejerció la defensa de los 49ers, que lo ahogó consistentemente. Apenas en dos series logró llegar más allá de la mitad de cancha. En una, a la jugada siguiente de un pase larguísimo de 52 yardas a Mecole Hardman, el corredor Isiah Pacheco perdió la posesión a cinco yardas del touchdown. La otra fue en la última serie de la primera mitad. La ofensiva de los Chiefs empezó a carburar, pero la defensa de San Francisco se mantuvo en pie y sólo cedió un gol de campo. ¿Travis Kelce? Una sola recepción, con ganancia de una sola yarda. El 10-3 con que se fueron al entretiempo le dejó a los 49ers sabor a poco. Los Chiefs la sacaron barata, y pese a su inconsistencia estaban en partido.
Los últimos 12 minutos fueron un duelo de pateadores. Dos goles de campo de Moody y uno de de Butker, con 6s en el reloj, mandaron el partido a tiempo suplementario. San Francisco ganó el sorteo y tuvo la posesión, pero se conformó con un gol de campo y le dio una chance más a Mahomes (un touchdown, en cambio, bastaba para ganar el partido). El astro no perdonó.
Nace una dinastía en la NFL. Mahomes ya era una estrella. Ahora está entre los elegidos.
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