
Israel bombardeó ayer más de una veintena de edificios del campo de refugiados de Yenín, en Cisjordania ocupada, que lleva más de dos semanas bajo ataque de las fuerzas hebreas.
Medios palestinos mostraron el momento en el que Israel hizo explotar 23 edificios de Al Damj, en el campamento de Yenín, conocido por ser un símbolo de la resistencia palestina durante la Primera Intifada en 1987 y ante la invasión israelí de 2002.
Las fuerzas israelíes transportaron grandes cantidades de explosivos tras haber obligado a los residentes a evacuar sus casas en días anteriores. Ante esta situación, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas solicitó una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para que “asuma sus responsabilidades de brindar protección al pueblo palestino, y para que presione al Estado ocupante para que ponga fin a sus graves crímenes”.
El Gobierno israelí inició la operación en Yenín bautizada “Muro de hierro” el 21 de enero, dos días después del inicio del alto el fuego en Gaza.
“La destrucción sistemática de la infraestructura, así como la política de asesinatos que llevó a la muerte de decenas, a herir a cientos, a la detención de miles, al terrorismo de los colonos y a la quema de casas tiene como objetivo desplazar al pueblo palestino de su tierra y su patria”, denunció Abbas.
Fuente: El Tribuno | Internacionales